En la actualidad no existe una cura para la EM, pero existen diversos tratamientos que ayudan a controlarla mejor, denominándose “Tratamientos Modificadores».
Estos tratamientos modificadores no curan la EM ni alivian los síntomas (de hecho, puede ser que los efectos de dichos fármacos en la enfermedad no se vean inmediatamente), sin embargo, pueden modificar su curso y reducir la cantidad de brotes y lesiones en la Resonancia Magnética cerebral, y retrasar el incremento de la discapacidad.